Ambas compañías creen que lo más apropiado es cesar las negociaciones
Con estas palabras, Honda y Nissan han confirmado que no han llegado a un acuerdo y que, por tanto, ponen fin a sus negociaciones para sumar fuerzas. Lo que en marzo de 2024 se expuso como un acuerdo de colaboración, a finales de año fue tomando forma de fusión. Hasta que, finalmente, se habló a las claras de que Honda compraría una parte importante de Nissan.
Aunque se ha hablado de presiones del Gobierno japonés para forzar a la fusión entre ambas compañías y tratar de sacar a Nissan de un agujero financiero que apunta a 9.000 despidos, lo cierto es que Honda no parece haber estado del todo dispuesta a fusionarse de igual a igual. En los últimos días, la opción más clara parecía la compra de Honda de la totalidad o una parte importante de Nissan para convertirla en una suerte de filial, algo que ha terminado por romper las negociaciones.
Nissan se encuentra ahora en una situación complicada pero ha preferido mantener cierta independencia en su desarrollo futuro. De momento, tiene que enfrentar los miles de despidos antes mencionados pero eso no será más que la confirmación de que la compañía cumplirá con su reducción de la producción en un 20%. Son medidas exigentes pero obligatorias ahora que las perspectivas de ganancias para el año fiscal que termina próximamente en Japón se han ajustado un 70% frente a las previsiones originales.
De momento, las empresas han anunciado que siguen abiertas a colaboraciones para el desarrollo de potenciales productos a futuro aunque no hay nada escrito sobre esto mismo.
Ambas compañías enfrentan un reto de futuro con el coche eléctrico. Más allá de Japón, Estados Unidos apunta a ser su mercado más fuerte pero Nissan ha caído duramente en el país, al tiempo que había puesto grandes esfuerzos en saltar al coche eléctrico en el medio plazo. En Europa, donde el camino al coche eléctrico se ha ido allanando desde las esferas políticas, tampoco ha recibido el apoyo esperado.
A todo lo anterior hay que sumar un contexto que ha complicado todavía más las cosas. En Europa se empieza a deslizar la idea de que se retrasarán las medidas de presión a los fabricantes para que salten al coche eléctrico. En Estados Unidos, Donald Trump está decidido a acabar con la promoción de esta tecnología que Joe Biden había promocionado con grandes incentivos fiscales. Los aranceles al acero y el aluminio pueden ser la guinda para encarecer el producto y dificultar su viabilidad económica.
En todo este jaleo, un nuevo jugador asoma en el horizonte.
Foxconn y el coche, el eterno deseado
Desde que se conocieran las dificultades económicas que atraviesa Nissan, Foxconn ha dejado ver que estaría interesada en comprar una parte importante de la compañía y empezar a fabricar sus vehículos.
La empresa taiwanesa es conocida por la producción de los iPhone pero hace tiempo que asegura que su experiencia produciendo todo tipo de dispositivos tecnológicos puede ser suficiente para producir sus propios vehículos. Las intenciones son claras desde hace años: producir plataformas con todo el hardware integrado necesario para que sea cada fabricante el que aporte su punto distintivo con el software.
Para hacer valer su posición, Foxconn lleva tiempo insistiendo en que esta forma de trabajar es perfecta para lanzar coches eléctricos a bajo precio. En diciembre de 2022, Liu Young-way, su CEO, afirmó que la estrategia de la compañía pasaba por alcanzar entre un 40 y un 50% de la producción mundial de automóviles. El primer hito se lo marcaba para 2025 cuando aspiraban a producir el 5% mundial de vehículos.
Evidentemente, esto no va a suceder pero conscientes de las dificultades que Nissan tiene, Foxconn se ha mostrado interesada en hacerse, al menos, con la parte accionarial que Renault mantiene en la compañía nipona como consecuencia de la Alianza, tejida bajo el mandato de Carlos Ghosn, y sus posteriores acuerdos que han ido diluyendo la participación de los franceses.
Con las negociaciones entre Honda y Nissan encalladas, Foxconn volvió a coger fuerza después de que Nissan confirmara la semana pasada que estaba abierta a nuevas colaboraciones, incluida la de la empresa taiwanesa. Desde entonces, los rumores han ido cogiendo fuerza aunque sus directivos se han mostrado esquivos.
En sus últimas declaraciones, Foxconn ha dejado claro que su verdadera intención con Nissan se enmarcaría dentro de una colaboración y no de la compra de parte de su accionariado. Estas declaraciones, eso sí, llegaron antes de la publicación del cese de negociaciones entre Honda y Nissan.
Foto | Honda
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